no eres nada de lo que sueña mi alma...

Vi dentro de mi corazón y encontré belleza, y anclado a el mis recuerdos de infancia, los ojos que mis pupilas archivan, y los anhelos mas profundos, las bocas encalladas a mis arterias, cicatrices bellas que no me dejan olvidar cuan feliz he sido amando.
Y pasa por aquí tu voz rondando como colibrí en primavera, y esta en celo este corazón mío, aun siendo invierno siento el ardor que exigen los amantes al pie de la hoguera, se de tu olor porque lo he imaginado noches enteras, y conozco de tu piel cada suburbio, de orilla a orilla tus mares, tus cielos infinitos, detrás de los harapos rotos de tu alma, en la profundidad de las aguas con sal que van pariendo tus ojos. No eres nada de lo que sueña mi alma y no te acercas ni siquiera un paso a lo que mis días anhelan, pero te deseo sobre todas las cosas, y es que eres bella e imposible, por eso mis males cada noche, y mis vómitos crónicos de desesperación, por eso me quedo y me voy y vuelvo cuando parece que es posible tenerte y regresa mi deseo triste mi pasión acumulada, mi fuego a penas en cenizas. La humedad desaparece cuando no tengo más opción que solo imaginarte…
Pero no te confundas corazón, no pretendo atarte a mis días ni a mis horas, ni mirarte a media luz mientras susurro un poema, no quiero levantar la copa y brindar por vos, ni sentarme en tu sillón y prenderme un cigarrillo, ni mucho menos incluirte en el diario de noticias, en los agradecimientos de mi vida, solo quiero tumbarte en la tierra, besarte despacito enredarme en tu pelo, recorrer sin miedo tus olores, arañarte la espalda, escucharte sentir que sientes de mi humedad las horas que pasan, sumarle tiempo al reloj para quedarme sobre tu cuerpo inmóvil robarte los besos sin permiso de tu boca morder sutil el aire que escupe tu aliento temblar de ti en ti conmigo, solo que me angustia profundamente saber de cierto que si un día llego a tenerte, querrás atarme a tus días y a tus horas, mirarme a media luz y susurrarme poemas, y no sabre como decirte, que no eres nada de lo que sueña mi alma ni te acercas tan siquiera un paso a lo que mis días anhelan, no quiero tu corazón, quiero tu cuerpo en celo junto con las ganas que tengo de tenerte…