Yo no busque...

Mi cabeza se resiste a diario, no quiere seguirle escribiendo a esta mujer... el corazón dicta solo a mis manos... una vez más no me pude detener...



Yo no busque y aprecio
En mi soledad
Me desarmo la boca en dos
Y se quedo entre mi mirar

Y llevo hoy si vuelve un no
Para mi dignidad
Y llevo el si en mi corazón
Para enseñarle a amar

Yo no busque y me encontré
Llorando todo un mar
Guardando lo que me dejo
Mirarle caminar

Y llevo hoy si vuelve un no
Para mi dignidad
Y llevo el si en mi corazón
Para enseñarle amar

Mi cuento hoy
No abarcara lo que quiero contar
Si un día como hoy me ven llorar
No solo es que morí en su boca
Solo es que no busque
Y me dejo amando sola

Y llevo hoy si vuelve un no
Para mi dignidad
Y llevo el si en mi corazón
Para enseñarle a amar

Conclusion

Conozco gente mierda....




pero nadie tan mierda como ella...



eso no se hace muchachita....

Tal vez

Escucharte nombrarme es como azul en los labios que no pruebo
Es la sal de mi piel, que se rompe en deseo
Es la sed de mojar con tus labios mi cuerpo
Escucharte nombrarme es un tal vez que no espero

Escucharte nombrarme es latir entre sollozos la ausencia
Es rozar de mentira, los restos de toda mi esencia
Es volver a nacer del puñado de miel
Que me da tu presencia

Tal vez, en otra vida yo te encuentre
Tal vez, mi boca será suficiente
Tal vez, yo logre atarte a mi guarida
Hacer feliz todos tus días

Tal vez, en otra vida yo te encuentre
Tal vez, el destino no me juegue
Otra partida en que tu vida
No se una con la mía

Tal vez no me lo callo y te busco
Tal vez solo te guarde en lo profundo
Tal vez si un día llegaras tu a amarme
Tal vez será ya demasiado tarde

Escucharte nombrarme...

Escucharte nombrarme es como el azul de los besos que no pruebo, es la sal de la espalda rota de cansancio, es la sed de mojar con tus labios mis labios, escucharte nombrarme, es latir entre sollozos la ausencia, es rozar con tu mentira mi esencia, es volver a nacer del puñado de miel que me da tu presencia.

Bella

Bella la silueta que se pinta cuando andas
Bella, la sonrisa que dibujas en mi alma
Bella esta espera que no mata no envenena
No se cansa de esperar por tu mirada

Bella, la palabra que ilumina los misterios
Bella, cada huella que perturba mis anhelos
Bella la mirada que no acaba, que te sigue
Que se escapa tras el paso que no alcanza

Pero quédate así
Pero quédate así en lo oscuro de mis ganas
Yo no quiero de tus armas para amarte
Que si no eres lo que creo
A que sitio iré a buscarte

Pero quédate así
Pero quédate así en incierto del deseo
Yo no quiero de tus besos
Que si no eres lo que creo
Solo dolerá el recuerdo

Bella, la manera con que el aire te acaricia
Bella, cada tarde en que te piensan mis caricias
Bella la razón por la que escribo que es tan bella
La mañana si despierto en mi delirio

Pero quédate así
Pero quédate así en lo oscuro de mis ganas
Yo no quiero de tus armas para amarte
Que si no eres lo que creo
A que sitio iré a buscarte

Pero quédate así
Pero quédate así en lo incierto del deseo
Yo no quiero amor eterno
Que sino eres lo que pienso
Solo dolerán los besos

Quédate así en mi voz
Quédate en mi canción
En mi imaginación
Quédate siempre donde nunca pueda atarte
Quédate en la estación quédate en mi vagón
Sin que sepas cuanto quiero amarte

...después del frío...

Después del frío, mis manos comienzan a moverse lentamente, aprendiendo de nuevo a palpar las cosas, reconozco así, tocando, acariciando, todo lo que el invierno me arrebató con tan terrible helada.
Aún llevo puesto el suéter que tejió la abuela, pero ya no es insuficiente.

Doy un girón a mi cabeza y miro como el invierno arrastró en su necedad hojas de otoño, cristalizadas en el camino, aun en la lucha de ser parte de mi presente, se han quedado rezagadas pasos atrás de mi ahora.
Que bellas son las hojas de otoño, podría guardar un puño de ellas para llevarlas en mi camino. Ahora están teñidas del dorado solar, con vestigios de color piel, pero alguna vez su belleza fue multicolor, acuarelas perfumando el aire, despertando las miradas, alguna vez fueron bailarinas en la escena del mundo, hoy solo son otoño aferradas al invierno, moribundas y frágiles, pero bellas.

Tendré que dejar las hojas de otoño tras mi paso. ¿Cuantas primaveras amenazan con robarme la mirada? ¿Cuantos otoños se quedaran prendidos a mi invierno? ¿Cuantas hojas cristalizadas congelaran mis pasos, y me detendrán tentadoras a llevarlas conmigo, aunque duela…?

Hoy cambio de estación, a pesar que me resten cuarenta y un días para que el calendario lo testifique, a pesar de que un día este otoño aferrado a mis días fue bello, hoy es solo otoño rezagado, frágil, moribundo… aunque duela…

...extraño quererte...

Extraño quererte, así como se quiere con el alma, con los suspiros roídos por tus pasos, así, como se quieren los abuelos, como se mira sin paciencia, esperando.
Me extraño caminando junto a tu paso, aunque no mires de mis ojos yo te extraño, aunque no sepas que te extraño yo te extraño.
Mi bonita linda, la muñequita de los ojos negros, la de piel ardiendo, brazos de hoguera, la niña que suspiro, la carita con la que despierto con la que anochezco.
Deletreo tu nombre y solo veo escondidas todas, tantas esperanzas que acumulan mis desvaríos, y comienzo de nuevo, mirando hacia adentro, donde te llevo intacta.
¿Cómo es que se dan, los abrazos más añorados a los brazos que no saben abrazarlos?
¿Cómo te digo que te extraño si no sabes ni siquiera que hoy como a diario te estoy pensando?

Extraño quererte así como se quieren los abuelos…

Llueve...

Amaneció lloviendo en la ciudad, en las calles, las avenidas, los parques los recuerdos, llueve también en mis brazos la dicha de no verme atada, de no buscarte en el tumulto sino en la soledad, misma que te nombra con sonrisas y no con llantos anhelantes, llueve en mi vida gotitas de esperanza que no se cansan de luchar, que no se cansan de decir, esta lluvia que me tupe de los pies a la cabeza que me encharca.
Llueve en mi deseo que acumula las ganas de encontrarte, en otra trinchera, con otro nombre, con el cabello mojado en mi espera, repleta de olor a tierra mojada en donde mis raíces crezcan fértiles, donde nos nazcan alas en cada flor, donde los frutos sean dulces e inagotables.
Llueve mi imaginación pensándote, llamándote, dibujando a mi lado tu figura, cuando ando, y me detengo, en el trafico, en el espacio intacto de la cama, te reinvento y terminas siendo la misma mujer imperfecta, perfecta para mi, la niña de los ojos grandes, y el cabello rizado, negro como el abismo, de la piel ansiosa de caricias, siempre dispuesta a sentir mis ganas, a beber mis manos, mis mimos que empalagan, amante de las carreteras y los horizontes, siempre en movimiento que me mueve.
Te miro lloviendo, escuchando mientras te leo como escapar de nuestros miedos en el manual de psicomagia, y así reinventando los días, las horas.
Y lo dejamos todo, los libros, la cocina, las películas de Almodóvar, el tráfico, los amigos, en cualquier momento, a cualquier hora del día, de la madrugada, y llovemos vestigios de soledad haciéndonos participes de nuestra propia puesta en escena, en donde la danza de los cuerpos bailan desnudos y se llueven besos, sudores dulces, olores fértiles…
Llueve, llueve mucho en la ciudad, en la calle, en las avenidas, los parques… hasta los recuerdos, y tu me llueves en mis brazos aun vacíos en tu espera, que es paciencia, porque se que en algún sitio también tu estas lloviendo…